En este vídeo veremos la articulación de la rodilla, la morfología de los huesos que la componen y su función.

La rodilla es una articulación de tipo bisagra sinovial que enfrenta tres huesos: el fémur, la tibia y la rótula.

El fémur se articula con la rótula formando la articulación femororrotuliana y el fémur también se articula con la tibia formado la articulación femorotibial.

La rótula no se articula con la tibia.

Si vemos la superficie articular de la base del fémur, observamos que es redondeada y tiene globalmente forma de polea.

Esta parte anterior se llama tróclea femoral y es la que se articula con la rótula. Por abajo y por detrás la polea se desdobla. Las superficies se parecen a los soportes de una mecedora y son los cóndilos femorales.

Vistos de perfil, en cada cóndilo, el radio de curvatura disminuye de delante a atrás, es decir, que el cóndilo es más plano por delante, que es una zona hecha para la estática con amplia superficie sustentadora y es más curvo por detrás, por eso es una zona que permite un buen desarrollo del movimiento de flexión.

Por su posición les llamamos cóndilo interno o medial y este sería el cóndilo externo. No tienen la misma curvatura. El interno es más curvo que el externo.

En cuanto a las superficies articulares que tiene la tibia, a toda la base de la tibia se la llama plataforma de la tibia o platillo tibial.

Veis que aquí tiene estas 2 cavidades glenoideas, la interna y la externa que están cubiertas de cartílago y son las que se articulan con los cóndilos del fémur.

Los bordes de los platillos se levantan en el centro formando las eminencias intercondíleas y aquí en la cara externa de la plataforma tibial se encuentra el tubérculo de Gerdy que es un referente anatómico importante por la inserción de músculos y ligamentos.

Ahora vamos a ver cómo se mueven los cóndilos del fémur sobre las glenoides de la tibia en los movimientos de flexión y extensión de la rodilla.

Lo más fácil seria pensar que los cóndilos ruedan sobre las mesetas tibiales. Como una rueda en el suelo. Pero vemos que la rueda en el suelo avanza una cierta distancia. Por tanto, de la misma forma si los cóndilos rodaran sobre las glenoides, el fémur se caería.

Ahora vamos a suponer que la rueda resbala sin rodar, como si la rueda patinara sobre una superficie helada. Veis que un único punto del suelo va tocando con todos los puntos de la rueda. En el caso del fémur, todos los puntos del cóndilo van tocando un único punto en la glenoide.

Pero vemos que este movimiento tampoco puede ser porque entonces la flexión se limitaría, ya que el borde posterior de la glenoide chocaría con el fémur.

Bueno, pues lo que realmente ocurre es que durante los primeros 15 a 20º de flexión, el cóndilo rueda sobre el platillo y luego se desliza.

Cuando hacemos movimientos de extensión de rodilla ocurre al contrario, primero se desliza y después rueda.

Todavía queda mucho que contar sobre la rodilla, lo iremos viendo en otros videos.