Cuando hablamos de la columna vertebral, un segmento de movimiento consta de dos vértebras y un disco Intervertebral.
Los discos intervertebrales son, unas almohadillas cartilaginosas que separan cada una de las vértebras de la columna vertebral.
Gracias a estas almohadillas las vértebras se mantienen juntas, pero, además mantienen un cierto grado de movilidad.
Cada disco contiene entre un 70 y un 90% de agua y funciona como un amortiguador hidráulico que disipa y transfiere las cargas entre las vértebras.
En su estructura se distinguen tres componentes:
La placa terminal cartilaginosa es una capa de cartílago hialino que cubre la mayor parte de la placa terminal vertebral. Alrededor de la placa terminal cartilaginosa hay un anillo de hueso denso, la apófisis en anillo, que se fusiona con la vértebra en la segunda década de la vida.
Esta placa terminal cartilaginosa se adhiere firmemente a la placa terminal ósea por medio de numerosas fibras colágenas y fortalece la placa terminal ósea, que contiene múltiples perforaciones.
Mirar, si ahora hacemos un corte sagital, podéis ver estos recubrimientos corticales superior e inferior del cuerpo vertebral, que pertenecen a las placas terminales óseas.
Ahora fijaros que contienen múltiples aberturas a través de las cuales se proporciona la nutrición al disco.
Unida a la placa terminal ósea, está la placa terminal cartilaginosa. Aquí, en el piso y el techo de cada disco.
La función principal de las placas terminales, la parte ósea y cartilaginosa, es actuar como una membrana semipermeable que permite que los nutrientes y metabolitos se difundan por el disco, desde la sangre capilar del cuerpo vertebral.
En este esquema lo vais a ver claro.
Este movimiento de moléculas es absolutamente obligatorio para la supervivencia del disco, ya que el tejido del disco en sí, excepto la periferia, no tiene vasos sanguíneos que le aporten nutrientes.
Por tanto, las células del núcleo y las dos terceras partes internas del anillo dependen completamente de la difusión simple de moléculas relacionadas con el gradiente dentro y fuera de las placas terminales.
El núcleo pulposo es un tejido blando gelatinoso, altamente hidrofílico que ocupa la región central del disco.
Contiene:
– Proteoglicanos
– Fibras de colágeno organizadas al azar
– Fibras de elastina dispuestas radialmente y,
– Agua
La proporción de estos elementos varía según la edad y el segmento de la columna en que se encuentren.
La forma del núcleo pulposo es parecida a una esfera y para hacer una simulación rápida de su movimiento lo vamos a representar como una bola intercalada entre dos planos que ejercen presión sobre ella.
Estos dos planos serían las mesetas vertebrales.
Entonces veis como el núcleo pulposo estaría involucrado en permitir movimientos entre los cuerpos vertebrales, que incluyen:
En todos estos movimientos de los cuerpos vertebrales, el disco es dinámico y se mueve en una dirección opuesta a la compresión.
Aunque se ha demostrado que el movimiento del núcleo pulposo se comporta de esta forma predecible, solo en discos sanos. Cuando hay degeneración discal, el movimiento es impredecible.
El anillo fibroso es la parte periférica del anillo y rodea al núcleo pulposo.
Consiste en capas concéntricas de fibras de colágeno laminado que está más organizado que el colágeno del núcleo pulposo.
Estas laminas, entre 15 y 25, tienen una orientación vertical en las capas más externas, pero, a medida que las capas van siendo más internas, los haces de fibras de colágeno se disponen oblicuamente entre los cuerpos vertebrales en ángulos de 30 grados con respecto al plano horizontal de las placas terminales.
Además, vemos como los paquetes de colágeno en cada capa corren en direcciones opuestas, con las fibras en una capa anular dirigida hacia la derecha y en la siguiente capa, dirigidas hacia la izquierda.
Esta arquitectura le permite al disco soportar compresiones, aunque, no es tan idónea para resistir los cizallamientos.
Las fuerzas de cizalla actúan principalmente en el raquis lumbar. Se producen cuando se acoplan movimientos
de compresión, flexión lateral y rotación.
El agua es también el principal componente del anillo fibroso y representa entre el 60-70% de su peso.
El colágeno constituye entre el 50-60% de su peso seco.
Los espacios que quedan entre las fibras de colágeno se hallan embebidos de gel de proteoglicanos. Estas proteínas son muy importantes porque actúan como pequeñas esponjas.
Al ser altamente hidrofílicas, absorben agua, hasta que la presión hidrostática resultante está en equilibrio con la tensión física, que surge de las fuerzas de presión del anillo y las cargas aplicadas por los músculos, los ligamentos y la gravedad.
Veis que cuando hay compresión vertebral, el disco pierde líquido y aumenta la presión interna.
Pero, cuando la carga externa disminuye, la presión osmótica interna, es momentáneamente más alta que la carga externa y el fluido es atraído.
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