Ejercicios de rotación interna

• Rotación interna con banda elástica:

• • De pie, sujeta una banda elástica a la altura del codo.

• • Manteniendo el codo pegado al cuerpo, rota el brazo hacia dentro.
  • Realiza 3 series de 10-12 repeticiones.
• Rotación interna en decúbito supino:
  • Acostado boca arriba, mantén el codo flexionado a 90°.
  • Rota el brazo internamente sin despegar el codo del cuerpo.
  • Puedes usar una pesa ligera para aumentar la resistencia.

Ejercicios de estabilización

• “W” en la pared:
  • De pie frente a una pared, forma una “W” con los brazos.
  • Presiona los antebrazos contra la pared y mantén la posición.
  • Sostén durante 10-15 segundos, repite 5 veces.
• Activación de escápulas en posición prona:
  • Acostado boca abajo, coloca los brazos en forma de “W”.
  • Eleva ligeramente los brazos del suelo, apretando las escápulas.
  • Mantén 5 segundos y repite 10 veces.

Ejercicios avanzados

• Rotación interna con abducción de 90°:
  • De pie, eleva el brazo lateralmente hasta 90°.
  • Realiza rotaciones internas controladas.
  • Ejecuta 3 series de 10 repeticiones.
• “Forward punch” con banda elástica:
  • Sujeta una banda elástica detrás de ti.
  • Realiza un movimiento de “puñetazo” hacia adelante.
  • Controla el retorno a la posición inicial.

Recomendaciones generales

• Comienza con cargas bajas, realizando entre 12 y 25 repeticiones con una intensidad del 50-70%7.
• Progresa gradualmente aumentando la resistencia y complejidad de los ejercicios.
• Asegúrate de mantener una buena postura y técnica durante la ejecución.
• Si experimentas dolor, detén el ejercicio y consulta a un profesional de la salud.

Recuerda que estos ejercicios deben realizarse como parte de un programa de rehabilitación o fortalecimiento supervisado por un fisioterapeuta o especialista en medicina deportiva, especialmente si estás tratando una lesión o tendinopatía del subescapular6,8.

Clínica del Músculo Subescapular

El músculo subescapular es un componente esencial del manguito rotador del hombro, con funciones clave en la estabilización de la articulación glenohumeral y en la rotación interna del brazo. Su disfunción se asocia con patologías como tendinopatías, rupturas musculotendinosas y compresión nerviosa, que afectan significativamente la movilidad y funcionalidad del hombro. A continuación, se detalla su importancia clínica y las pruebas diagnósticas más precisas para evaluar su integridad.

Función Anatómica

• Estabilización articular: El subescapular actúa como coaptador de la cabeza humeral dentro de la cavidad glenoidea, contribuyendo a la estabilidad dinámica del hombro junto con otros músculos del manguito rotador.
• Rotación interna: Es el principal rotador interno del brazo, trabajando en conjunto con el pectoral mayor, dorsal ancho y redondo mayor.
• Aducción secundaria: Participa en movimientos como dominadas o ejercicios de polea cruzada.

Patologías Asociadas

• Tendinopatías y calcificaciones: Comunes en deportes o actividades que implican movimientos repetitivos de rotación interna (e.g., balonmano, natación). Estas condiciones generan dolor en la cara anterior del hombro y limitan el rango de movimiento.
• Rupturas musculotendinosas: Las lesiones de espesor parcial o completo pueden provocar debilidad significativa en la rotación interna y pérdida de estabilidad articular.
• Síndrome miofascial: Los puntos gatillo en el subescapular pueden causar dolor referido a la parte posterior del hombro, brazo lateral e incluso muñeca.
• Compresión nerviosa: Lesiones del nervio subescapular pueden ocasionar atrofia muscular y pérdida funcional en la rotación interna.

Pruebas Diagnósticas

Evaluación Clínica

• Prueba de Gerber o “Lift-Off Test”
  • Indicada para detectar rupturas completas o debilidad significativa del subescapular.
  • Procedimiento: El paciente coloca el dorso de la mano detrás de la espalda (en la región lumbar) e intenta separarla activamente mientras el examinador aplica resistencia. La incapacidad para realizar este movimiento indica lesión o disfunción severa (especificidad >90%)4,6.
• Prueba Bear Hug
  • Evalúa lesiones parciales o debilidad funcional del subescapular.
  • Procedimiento: El paciente coloca una mano sobre el hombro opuesto (como abrazándose) e intenta resistir mientras el examinador intenta separar la mano del hombro. Dolor o incapacidad para resistir indica lesión (sensibilidad 60-90%).
• Prueba Belly Press
  • Detecta lesiones parciales cuando el “Lift-Off Test” no es posible debido a rigidez o dolor severo.
  • Procedimiento: El paciente presiona su abdomen con la palma de la mano mientras mantiene el codo hacia adelante; si flexiona excesivamente la muñeca para compensar, indica debilidad del subescapular4.

Técnicas de Imagen Avanzadas

• Ultrasonido Musculoesquelético (MSK-US)
  • Permite visualizar desgarros parciales o completos, engrosamiento tendinoso (>6 mm) y calcificaciones intratendinosas. También evalúa dinámicamente el movimiento durante pruebas funcionales como el “Lift-Off Test”. La sensibilidad alcanza el 85% para rupturas completas2,6.
• Resonancia Magnética (RM)
  • Es el estándar oro para identificar lesiones musculotendinosas del subescapular, especialmente con magnetos de 3T que permiten evaluar tanto rupturas parciales como completas con alta precisión (sensibilidad 92%, especificidad 96%). La RM también detecta inflamación bursal asociada y cambios degenerativos2.
• Artrografía por RM
  • Ideal para confirmar lesiones parciales intratendinosas no visibles en ecografía o RM convencional, especialmente en pacientes con antecedentes quirúrgicos previos2.

Métodos Complementarios

• Electromiografía (EMG): Útil para evaluar compromiso neurológico asociado al nervio subescapular, especialmente en casos de atrofia muscular inexplicada3.
• Pruebas combinadas: La combinación de pruebas clínicas como “Lift-Off”, “Bear Hug” y “Belly Press” mejora significativamente la precisión diagnóstica (>95% cuando todas son positivas)4,6.

Conclusión

El músculo subescapular desempeña un papel crucial en la biomecánica del hombro, siendo esencial para su estabilidad y movilidad funcional. Las pruebas clínicas como “Lift-Off” y “Bear Hug”, combinadas con técnicas avanzadas como ultrasonido dinámico y resonancia magnética, permiten un diagnóstico preciso de sus patologías. La integración de estas herramientas es fundamental para diseñar estrategias terapéuticas efectivas que restauren su función y prevengan complicaciones futuras.