En este video vamos a ver el músculo serrato anterior.
El serrato anterior es un músculo ancho y aplanado, que envuelve el exterior de la caja torácica.
Es más ancho anterior que posteriormente. Se extiende alrededor del tórax, sobre las 8 ó 9 primeras costillas hasta el borde medial de la escápula.
Se encuentra debajo de los dos músculos pectorales, está profundo a ellos y también se encuentra profundo o debajo del músculo subescapular y de la escápula, claro.
Su nombre viene del latín “serratus”, que significa que tiene dientes a modo de sierra. En la antigua nomenclatura era conocido como “serrato lateral” porque en realidad tapiza la pared lateral del tórax, pero ahora lo veréis como serrato anterior o serrato mayor.
El músculo serrato anterior se origina en las primeras 8 ó 9 costillas mediante estas digitaciones que veis que se hallan dispuestas siguiendo una línea dentada y curva.
Se pueden reconocer en el músculo tres porciones, que se distinguen entre sí por la dirección ligeramente diferente de sus fascículos musculares.
La primera porción, o porción superior, se inserta anteriormente en el borde lateral de la primera costilla, en la cara externa de la segunda y en un arco fascial intermedio a dichas inserciones óseas.
Luego se dirige posteriormente hacia el ángulo superomedial de la cara anterior de la escápula.
La segunda porción, o porción media, está formada por tres digitaciones que se insertan en la cara externa de las costillas tercera, cuarta y quinta, siguiendo una línea oblicua inferior y anterior. Luego estas fibras se dirigen hacia el labio anterior del borde medial de la escápula.
Y la tercera porción, o porción inferior, se fija a la cara externa de las costillas sexta a novena, por medio de cuatro digitaciones distintas, que son gruesas y encajan con las digitaciones de inserción del músculo oblicuo externo del abdomen.
A estas digitaciones siguen fascículos musculares, que convergen hacia la parte inferomedial de la cara anterior de la escápula.
Para ver bien su inserción en la escápula, vamos a ésta por su cara anterior.
Este es el músculo subescapular y por debajo de éste encontramos el músculo serrato anterior, que vemos que se inserta en el labio anterior del borde medial de la escápula.
Sobre el tórax, existe una capa de tejido célulo-graso que facilita el deslizamiento del serrato anterior sobre la caja torácica y hay otra capa de tejido célulo-graso sobre el serrato anterior que facilita el deslizamiento del subescapular sobre aquel musculo, el serrato anterior.
Estas capas son fundamentales para que la articulación escapulotorácica pueda trabajar. Veis que se trata de una falsa articulación, no es una articulación formada por cartílagos articulares, esta articulación esta constituida por dos planos de deslizamiento célulo-grasos.
Vamos a ver las funciones que tiene el serrato anterior:
Si las costillas son el punto fijo, mantiene el omóplato pegado al tórax.
Si el serrato estuviera débil o no existiera, tendríamos una escápula alada, y al hacer esta pequeña fuerza empujando la pared, su borde medial se despegaría del tórax.
En la flexión o antepulsión del hombro, el serrato anterior trabaja en sinergia con las fibras superiores e inferiores del trapecio y con el deltoides. Produce una basculación externa, una basculación posterior y una anteversión de la escápula.
El serrato anterior también actúa en la abducción de la articulación glenohumeral, que irá asociada a una basculación externa de la escapulotorácica. También aquí trabaja en sinergia con las fibras superiores e inferiores del trapecio y con el deltoides.
Ahora veremos su inervación:
Ésta es llevada a cabo por el nervio torácico largo. Este nervio nace por medio de tres raíces de la cara posterior de los ramos anteriores de los nervios cervicales quinto, sexto y séptimo.
Las tres raíces se unen y el nervio así formado desciende posterior al plexo braquial, y a continuación sobre la pared lateral del tórax. Proporciona un ramo a cada una de las digitaciones de este músculo.
Estos ejercicios no solo fortalecen el serrato anterior sino que también mejoran la postura y previenen lesiones en hombros y espalda.
Las funciones del serrato anterior son múltiples y fundamentales para la movilidad y estabilidad del complejo del hombro:
En primer lugar, todas las partes del músculo colaboran en la tracción de la escápula hacia adelante alrededor del tórax, un movimiento esencial para la anteversión del brazo. Esta acción hace que el serrato anterior sea antagonista de los músculos romboides1. Sin embargo, cuando las partes superior e inferior actúan conjuntamente, mantienen la escápula presionada contra el tórax junto con los romboides, actuando también como sinergistas de estos últimos1.
La parte inferior del serrato tiene la capacidad de tirar del extremo inferior de la escápula lateral y anteriormente, produciendo así una rotación de la escápula que hace posible la elevación del brazo1. Esta función es particularmente importante en movimientos que requieren elevar el brazo por encima de los 90 grados3. El músculo serrato anterior trabaja en conjunto con las fibras superiores e inferiores del músculo trapecio para mantener la rotación ascendente de la escápula, lo que permite la elevación de peso por encima de la cabeza1.
El serrato anterior es frecuentemente denominado “músculo del boxeador” debido a su responsabilidad en la protracción de la escápula , es decir, el desplazamiento de la escápula hacia adelante y alrededor de la caja torácica que ocurre cuando alguien lanza un puñetazo1.
Adicionalmente, el serrato anterior proporciona una estabilización activa de la escápula en el hombro3. Cuando la escápula está fija, el músculo también puede elevar las costillas, funcionando como un músculo auxiliar de la respiración1,3.
La importancia clínica del serrato anterior se evidencia principalmente en las consecuencias de su disfunción. El nervio torácico largo que inerva este músculo es vulnerable durante ciertos tipos de cirugía, particularmente durante la extirpación de ganglios linfáticos de la axila para el cáncer de mama1. El daño a este nervio constituye la causa más común de escápula alada (winged scapula), una condición caracterizada por la prominencia anormal del borde medial de la escápula1.
Las lesiones del nervio torácico largo pueden ocurrir por diversas causas, incluyendo intervenciones quirúrgicas en la axila, compresión por cargas excesivas (como mochilas demasiado pesadas) y traumatismos directos3. Estas lesiones resultan en disfunción del serrato anterior, lo que conduce a alteraciones en la biomecánica escapulotorácica.
La disfunción del serrato anterior se asocia con movimiento anormal escapulotorácico (STAM, por sus siglas en inglés), definido como alteraciones en el posicionamiento dinámico de la escápula secundarias al control muscular de la articulación escapulotorácica4. Esta disfunción puede manifestarse como escápula alada, caracterizada por el despegamiento medial “similar a un ala” de la escápula con respecto a la pared torácica3.
Los síntomas típicos de la disfunción del serrato anterior incluyen:
En el ámbito clínico, la identificación precisa de la disfunción del serrato anterior es fundamental para distinguirla de otras causas de STAM, como la hiperactividad del pectoral menor, ya que las estrategias de tratamiento difieren significativamente según la etiología subyacente4.
Tradicionalmente, la prueba de flexión contra pared (Wall Push-Up Test o WPUT) ha sido el examen más común utilizado para el diagnóstico de escápula alada secundaria a disfunción del serrato anterior2,4. Esta prueba se realiza con el paciente de cara a una pared, con los hombros elevados horizontalmente, los codos extendidos y las muñecas en extensión. Con las palmas contra la pared en esta posición, se pide al paciente que doble lentamente los codos, permitiendo que su peso corporal se acerque a la pared, mientras se examina la posición de la escápula4.
La prueba se considera positiva cuando se observa un “alamiento” de la escápula (STAM) durante el movimiento4. Sin embargo, investigaciones recientes han cuestionado la especificidad de esta prueba. Un estudio con 50 pacientes mostró que el WPUT tenía una sensibilidad del 100% (IC del 95%: 47,82%-100%) pero una especificidad del 0% (IC del 95%: 0%-7,87%) para la deficiencia del serrato anterior inferior, con un valor predictivo positivo de solo el 10%2,4. Esto significa que, aunque el WPUT rara vez pierde casos de disfunción del serrato anterior, produce numerosos falsos positivos, siendo incapaz de diferenciar entre diversas causas de STAM.
Ante las limitaciones del WPUT, se ha desarrollado una maniobra de examen físico novedosa, la prueba de resistencia a la flexión del hombro (Shoulder Flexion Resistance Test o SFRT), que ha demostrado ser más específica y precisa para determinar la disfunción del serrato anterior como causa de STAM2,4.
El SFRT se realiza resistiendo la flexión del hombro mientras el codo está completamente extendido a 30°, 60° y 100°2,4. Esta prueba considera los efectos de inclinación, traslación y rotación escapular al evaluar la disfunción del serrato anterior4.
Un estudio comparativo entre WPUT y SFRT en 50 pacientes con STAM encontró que el SFRT tenía una sensibilidad del 100% (IC del 95%: 47,82%-100%) a cada intervalo de 30, 60 y 100 grados4. La especificidad del SFRT variaba según el grado de prueba, mostrando 11,11% (IC del 95%: 3,71%-24,05%) a 30 grados, 20,0% (IC del 95%: 9,58%-34,60%) a 60 grados, y 100% (IC del 95%: 92,13%-100%) a 100 grados4.
Utilizando el área bajo la curva (AUC) de las curvas de característica operativa del receptor (ROC), el WPUT mostró una precisión clínicamente insignificante (AUC 0,5) en comparación con la excelente precisión (AUC 1,0) del SFRT2,4. Estos resultados sugieren que el SFRT a 100 grados es la prueba óptima para evaluar la disfunción del serrato anterior.
Además de las pruebas específicas mencionadas, el examen del serrato anterior puede incluir:
Aunque los resultados de búsqueda proporcionan información limitada sobre este tema, se menciona que el bloqueo del plano del serrato anterior (SAPB, por sus siglas en inglés) es una técnica de anestesia regional que proporciona analgesia a la mayor parte del hemitórax, siendo particularmente relevante para el manejo del dolor en fracturas costales5. Esta información sugiere aplicaciones clínicas adicionales relacionadas con el músculo serrato anterior en el ámbito del manejo del dolor.
Basado en la evidencia disponible, se puede recomendar el siguiente enfoque para evaluar la función del músculo serrato anterior:
El músculo serrato anterior desempeña funciones biomecánicas críticas en el complejo del hombro, siendo fundamental para la protracción y rotación escapular, así como para la elevación del brazo por encima de la cabeza. Su disfunción, frecuentemente secundaria a lesiones del nervio torácico largo, puede manifestarse como escápula alada y alteraciones en el movimiento escapulotorácico.
Las pruebas diagnósticas tradicionales como el WPUT han demostrado limitaciones significativas en su especificidad, mientras que nuevas aproximaciones como el SFRT a 100 grados ofrecen una precisión diagnóstica superior. La implementación de un algoritmo diagnóstico integral, que combine pruebas físicas específicas con métodos complementarios, permite una evaluación más precisa de la función del serrato anterior.
La correcta identificación de la disfunción del serrato anterior es esencial para guiar el manejo terapéutico adecuado, que puede incluir desde fisioterapia específica hasta intervenciones quirúrgicas en casos seleccionados. Futuras investigaciones deberían centrarse en refinar aún más las técnicas diagnósticas y desarrollar estrategias de tratamiento optimizadas para las disfunciones de este músculo clínicamente relevante.
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