Importancia Clínica y Patologías Asociadas
Biomecánica del Músculo Peroneo Lateral Corto (PLCo)
Su función primaria es la abducción del pie en la articulación subastragalina, fundamental para restaurar la posición anatómica del pie después de la inversión y crucial al caminar o correr sobre terrenos irregulares, contrarrestando la inversión y ayudando a mantener el equilibrio. Secundariamente, contribuye a la flexión plantar del tobillo.
Junto con el peroneo largo, el PLCo actúa como un eversor primario y flexor plantar secundario, proporcionando estabilidad lateral dinámica al tobillo, especialmente durante el estrés por inversión súbita, ayudando a prevenir esguinces laterales. Existe una estrecha relación anatómica y funcional con el peroneo largo, compartiendo inervación y contribuyendo a la eversión y flexión plantar, con sus tendones discurriendo juntos detrás del maléolo lateral.
Por tanto:
- Estabiliza el quinto metatarsiano: Contribuye a mantener la alineación del pie, especialmente durante la marcha3,5.
- Protege contra inestabilidad lateral: Su debilidad o lesión se asocia con tendinopatías, subluxaciones y fracturas por estrés en el quinto metatarsal4,5.
Lesiones Comunes del PLCo
- Participación frecuente en esguinces laterales de tobillo, donde el tendón puede sufrir luxaciones, desgarros o divisiones longitudinales. Es el tendón que se disloca con mayor frecuencia en el tobillo, debido a lesiones del retináculo peroneal superior o a una ranura peroneal poco profunda. 5,8.
- Tendinopatía peroneal: Una inflamación o degeneración por sobreuso frecuente en deportistas. Los desgarros tendinosos pueden ser agudos por traumatismos o crónicos por degeneración progresiva.4,7.
- Subluxación de tendones: Ocurre cuando los tendones se desplazan de su posición anatómica, causando dolor e inestabilidad5,7.
- Está asociado con la fractura de Jones, una fractura por avulsión en la base del quinto metatarsiano, donde el tendón puede desplazar el fragmento óseo.
Variantes anatómicas como un surco retromaleolar poco profundo o un vientre muscular bajo pueden aumentar el riesgo de lesiones. Pacientes con pie cavo varo tienen mayor predisposición a lesiones del tendón del PLCo. La debilidad o lesión del PLCo se asocia con tendinopatías, subluxaciones y fracturas por estrés en el quinto metatarsal.
Las lesiones del PLCo pueden manifestarse con dolor a lo largo del aspecto lateral del tobillo, que puede irradiarse al pie. Los pacientes pueden experimentar debilidad al intentar evertir el pie, una sensación de inestabilidad en el tobillo, hinchazón alrededor del maléolo lateral, y en casos de subluxación, un chasquido o resalte del tendón al moverse. La debilidad o lesión también puede dificultar la capacidad de ponerse de puntillas. En algunos casos, el músculo PLCo se utiliza en cirugía reconstructiva para cubrir defectos de tejidos blandos en la pierna distal, tobillo y pie.
Pruebas Diagnósticas
El diagnóstico de problemas en el PLCo requiere una combinación de examen físico detallado y estudios de imagen.
Evaluación Manual (Examen Físico)
El examen físico busca signos de inflamación, inestabilidad o daño estructural. Incluye:
- Observación: Buscar hinchazón posterior al peroné o a lo largo de la pared lateral del calcáneo. Evaluar la alineación general de la pierna y la postura del retropié.
- Palpación: Detectar sensibilidad a lo largo del trayecto del tendón, particularmente posterior y distal al maléolo lateral. Palpar el punto donde los tendones corto y largo se separan.
- Pruebas de Movimiento y Resistencia:
- Prueba de eversión resistida: Dolor o debilidad sugieren afectación del PLCo.
- Estiramiento pasivo de inversión: Puede provocar dolor si el tendón es inestable.
- Dolor con dorsiflexión resistida del primer rayo: Puede correlacionarse con disfunción peroneal.
- Inversión pasiva del pie trasero y plantiflexión pasiva del tobillo pueden provocar dolor posterior al maléolo lateral.
- Eversión activa-resistida del pie trasero y dorsiflexión activa-resistida del tobillo también pueden provocar dolor.
- Prueba de Fuerza Muscular: Evaluar la disminución de la fuerza en eversión mediante pruebas manuales.
- Prueba Específica para Dislocación del Tendón (Prueba de subluxación): El paciente repite dorsiflexión y plantiflexión con resistencia a la eversión; dolor o sensación de “salto” indica subluxación.
- Evaluar la flexibilidad y corregibilidad del varo del pie trasero.
- Prueba de compresión peroneal: Evaluar dolor, crepitación o chasquido durante eversión y dorsiflexión forzada.
- Pruebas específicas para aislar la función del peroneo corto y largo en decúbito lateral.
- Prueba de resistencia a la eversión aislada:
- Posición: El paciente se coloca en decúbito lateral con la pierna evaluada hacia arriba.
- Procedimiento: Se aplica resistencia manual en el borde lateral del pie mientras el paciente intenta realizar una eversión del pie. Para aislar el peroneo lateral corto, se debe enfocar la resistencia en la base del quinto metatarsiano, donde se inserta este músculo.
- Prueba de flexión plantar con resistencia localizada:
- Posición: Igual que en la prueba anterior.
- Procedimiento: Se pide al paciente que realice una flexión plantar mientras se aplica resistencia en la base del quinto metatarsiano. Esto ayuda a activar principalmente el peroneo lateral corto, minimizando la participación del peroneo lateral largo.
- Prueba de resistencia a la eversión aislada:
- Posición: El paciente se coloca en decúbito lateral con la pierna evaluada hacia arriba.
- Procedimiento: Se aplica resistencia manual en el borde lateral del pie mientras el paciente intenta realizar una eversión del pie. Para aislar el peroneo lateral corto, se debe enfocar la resistencia en la base del quinto metatarsiano, donde se inserta este músculo.
- Prueba de flexión plantar con resistencia localizada:
- Posición: Igual que en la prueba anterior.
- Procedimiento: Se pide al paciente que realice una flexión plantar mientras se aplica resistencia en la base del quinto metatarsiano. Esto ayuda a activar principalmente el peroneo lateral corto, minimizando la participación del peroneo lateral largo.
Estudios de Imagen
- Ultrasonido (Ecografía): Permite la evaluación estática (engrosamiento, desgarros) y dinámica (subluxación en tiempo real) del tendón. Es coste-efectivo y se puede realizar en la consulta. Tiene una sensibilidad agrupada del 93% y una especificidad del 85% para la detección de desgarros del PLCo en algunos estudios. Su precisión depende de la experiencia del operador.
- Resonancia Magnética (MRI): Considerada el estándar de oro para evaluar desgarros tendinosos, dislocaciones y variantes anatómicas. Puede visualizar divisiones longitudinales, vientres musculares bajos y la forma del surco retromaleolar. Útil en condiciones crónicas y para planificación quirúrgica. Puede tener falsos positivos. Tiene una sensibilidad agrupada del 73% y una especificidad del 88% para la detección de desgarros del PLCo en algunos estudios. Es superior para visualizar otras patologías asociadas.
- Radiografías (Rayos X): Principalmente usadas para descartar lesiones óseas asociadas como la fractura de Jones o fracturas por avulsión. Útiles en entornos agudos.
- Evaluación Biomecánica (Análisis de la Marcha): Identifica patrones anormales de apoyo lateral asociados a debilidad del PLCo.
- Otras técnicas como la tomografía computarizada (TC) pueden evaluar irregularidades óseas, y la tenografía se usa raramente.
Precisión Diagnóstica Comparativa
Tanto la ecografía como la RM son valiosas para diagnosticar desgarros del PLCo, con resultados variables en los estudios. La ecografía puede tener mayor sensibilidad, mientras que la especificidad puede ser similar. La elección depende de la disponibilidad, el costo, la necesidad de evaluar la subluxación dinámica (favorable para la ecografía) y la sospecha de otras patologías (favorable para la RM). La experiencia del radiólogo es crucial para ambas técnicas.
Conclusión
El músculo Peroneo Lateral Corto es fundamental para la estabilidad del tobillo y la eversión del pie, siendo vulnerable a diversas lesiones. Un diagnóstico preciso se logra mediante la combinación de un examen físico detallado y técnicas de imagen como la ecografía y la RM. La interpretación cuidadosa de estas pruebas es esencial, especialmente en casos complejos, para asegurar un diagnóstico adecuado y una gestión apropiada, diferenciando las lesiones del PLCo de otros problemas de tobillo.
