Este es el músculo infraespinoso. Es otro de los 4 músculos de este grupo que estamos viendo, que es el manguito rotador y que son los músculos más profundos del hombro.
Veis que es un musculo triangular y grueso, que ocupa gran parte de la fosa infraespinosa de la escápula. Ya sabemos que la espina escapular divide la cara posterior de la escápula en las fosas supraespinosa e infraespinosa.
Así que el nombre de este musculo es fácil de recordar ya que se origina en las tres cuartas partes mediales de la fosa infraespinosa.
Luego atraviesa la cara posterior de la articulación glenohumeral, pasando por encima de la cápsula articular y se inserta en la cara media de la tuberosidad mayor del húmero.
En la cara superior del troquíter o tuberosidad mayor del húmero, se inserta el supraespinoso y en la cara inferior del troquíter se inserta el redondo menor.
Acordaros del acrónimo SIR para situar esos 3 músculos. Supraespinoso, infrespinoso y redondo menor. Si le añadís otra S, de subescapular, ya tenéis los 4 músculos del manguito rotador.
El músculo infraespinoso, de forma aislada, produce una rotación externa del hombro, pero en la realidad trabaja en sinergia con el redondo menor para producir esa rotación externa.
Además, trabajando todos los músculos del manguito rotador, proporcionan estabilidad dinámica al hombro. Eso significa que nuestro hombro permanece estable mientras movemos el brazo, a pesar de que la articulación glenohumeral es la de mayor movilidad del cuerpo humano y por eso hay falta de congruencia… de ajuste entre las dos superficies óseas principales de contacto, la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea de la escápula. Fijaros que esta cavidad es un 80% más pequeña que la cabeza del húmero.
Por eso los músculos del manguito rotador, además de otras estructuras, son necesarios para la estabilidad dinámica del hombro. Concretamente, el musculo infraespinoso proporciona una fuerza posterior para que el hombro no se desestabilice cuando se ejerce sobre él una fuerza anterior.
Este músculo está inervado por el nervio supraescapular.
Este nervio nace del tronco primario superior del plexo braquial, formado por raíces nerviosas cervicales provenientes de C5 y C6. Luego se dirige por debajo del músculo trapecio hacia la porción superior de la escápula donde pasa por la escotadura supraescapular por debajo del ligamento transverso superior. Este es un punto de atrapamiento del nervio por el poco espacio que tiene. Luego da una rama para inervar al músculo supraespinoso y otra rama llega a la fosa infraespinosa, donde proporciona los ramos necesarios para la contracción del musculo infraespinoso.
Estos ejercicios deben realizarse con control y sin dolor, adaptando la intensidad según las necesidades individuales. Es recomendable consultar a un fisioterapeuta para personalizar un plan adecuado.
El músculo infraespinoso desempeña varias funciones biomecánicas críticas en la articulación del hombro:
El músculo infraespinoso está frecuentemente involucrado en diversas patologías del hombro, particularmente en síndromes de pinzamiento subacromial y desgarros del manguito rotador1. La disfunción de los músculos del manguito rotador, incluido el infraespinoso, conduce a un pinzamiento del hombro debido a la migración superior de la cabeza humeral durante la elevación del brazo1.
La atrofia simultánea de los músculos supraespinoso e infraespinoso generalmente indica compresión del nervio supraescapular cerca de la escotadura escapular. Esta compresión puede observarse en atletas que realizan movimientos por encima de la cabeza y en lesiones SLAP (Lesión del Labrum Superior de Anterior a Posterior)7. Por otro lado, la debilidad o atrofia aislada específicamente en el músculo infraespinoso puede indicar compresión del nervio supraescapular en la escotadura espinoglenoidea, generalmente debido a un quiste gangliónico7.
Un estudio realizado por Simons y colaboradores describió que los puntos gatillo miofasciales del músculo infraespinoso están asociados con dolor referido a las regiones del deltoides medio y anterior. En estos casos, las técnicas de liberación miofascial aplicadas al músculo infraespinoso pueden resultar beneficiosas para aliviar el dolor de hombro7.
Los desgarros del tendón del infraespinoso presentan características particulares, siendo generalmente menos dolorosos que los desgarros de otros tendones del manguito rotador. Por esta razón, la presencia de debilidad marcada en la rotación externa sin dolor significativo sugiere fuertemente un desgarro del infraespinoso1.
Una conclusión importante derivada de la investigación reciente es que la combinación de al menos dos o más pruebas mejora significativamente la precisión diagnóstica (P ≤ 0,007)2. Esta estrategia diagnóstica compuesta resulta más efectiva que cualquier prueba individual.
Específicamente, la combinación del RERT y el signo de Patte ha demostrado el mejor rendimiento diagnóstico, con el área bajo la curva (AUC) más elevada (0,681) y la mayor correlación con los hallazgos intraoperatorios (P = 0,023)2. Esta combinación representa el enfoque clínico más preciso para la evaluación no invasiva del músculo infraespinoso.
Los métodos de imagen complementan el diagnóstico clínico, proporcionando información estructural detallada sobre el estado del músculo infraespinoso:
La ecografía musculoesquelética ha ganado popularidad por su accesibilidad, costo-efectividad y capacidad diagnóstica. Para la evaluación específica del infraespinoso, la ecografía ha demostrado una sensibilidad del 88% y una especificidad del 96%5.
Un estudio comparativo entre ecografía y resonancia magnética no encontró diferencias estadísticamente significativas entre las sensibilidades y especificidades de ambas técnicas para diagnosticar desgarros completos o parciales del manguito rotador (p > 0,05)5.
La resonancia magnética se considera tradicionalmente el estándar de referencia para la evaluación de los tejidos blandos del hombro. Sin embargo, estudios comparativos sugieren que la ecografía ofrece una precisión diagnóstica comparable para la evaluación del infraespinoso, con la ventaja adicional de ser más accesible y permitir una evaluación dinámica5.
Basado en la evidencia analizada, se recomienda el siguiente enfoque para la evaluación del músculo infraespinoso:
El músculo infraespinoso desempeña un papel fundamental en la biomecánica del hombro, siendo crucial para la rotación externa y la estabilidad articular. Su disfunción está implicada en numerosas patologías del hombro que afectan significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Las pruebas diagnósticas disponibles ofrecen diferentes perfiles de sensibilidad y especificidad, siendo la prueba clásica del infraespinoso altamente sensible, mientras que el signo de caída y el signo del Hornblower proporcionan elevada especificidad. La evidencia actual sugiere que la combinación del RERT y el signo de Patte ofrece el mejor rendimiento diagnóstico global.
Finalmente, es importante destacar que ninguna prueba clínica individual puede distinguir con precisión entre desgarros parciales y completos del tendón del infraespinoso, lo que subraya la importancia de un enfoque diagnóstico integral que combine la evaluación clínica con métodos de imagen apropiados y, cuando sea necesario, confirmación artroscópica.
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